El primer ministro Wilmès enfatizó que esto no era una interdicción, sino una recomendación.Las escuelas permanecieron abiertas, pero se les aconsejó cancelar los viajes al extranjero y las excursiones de varios días en general.Se recomendó a las empresas que sus empleados trabajen desde casa tanto como sea posible y que permitan horarios de trabajo flexibles para difundir mejor el uso del transporte público durante todo el día.Se impusieron medidas de distancia social más estrictas desde el mediodía del día siguiente hasta el 5 de abril, con viajes no esenciales prohibidos, cierre de tiendas no esenciales, reuniones prohibidas y multas para obligar a las empresas y a las personas a cumplir con las normas.Algunos bares y cafeterías han recaudado fondos mediante la venta de vales anticipados que se pueden canjear cuando los establecimientos vuelven a abrir.[23] En abril se sucedieron numerosas acciones políticas en respuesta a la crisis.A dicha flexibilización se añadieron también los cambios en la autorización de ayudas públicas, ya que la normativa permitió otorgar hasta 800.000 euros por compañía en forma de subvención directa o ventajas fiscales.Este impulso se integró con varias acciones institucionales de las semanas anteriores, y sirvió de base al plan recuperación económica (Next Generation EU) presentado por Von der Leyen la semana siguiente.[28] Hasta entonces, Merkel —quien ocho años antes, en el punto más álgido de la crisis del euro, aseguró que no habría eurobonos «mientras yo viva»[29]— se había opuesto a la propuesta de Macron para crear un fondo que obligaría a los 27 a aumentar la deuda de forma conjunta.[30] En el plano internacional, durante el mes de mayo la Comisión lanzó la "Respuesta mundial al coronavirus", una acción que perseguía el «acceso universal a vacunas, tratamientos y tests de coronavirus asequibles».