En la mitología clásica los palicos (en latín Palici o Palaci; en griego antiguo Παλικοί, Palikoi) eran dos gemelos, dioses ctónicos sicilianos de los géiseres y las aguas termales, venerados como héroes.
Unos dicen que eran hijos de Júpiter (Zeus) y Talía, la hija de Vulcano (Hefesto),[1] otros dicen que nacieron de la unión entre Etna y Zeus o Hefesto.
[2] Una tercera versión, según Hesiquio, dice que el dios siciliano Adrano fue el padre de los palicos, nacidos de la amante de Adrano, la ninfa Talía.
[3][4] En Palagonia había un altar dedicado a ellos, donde la gente podía someterse a sí misma o a otras personas a una prueba de fiabilidad mediante el juicio divino.
Superarla significaba que podía confiarse en un juramento.