Fue proyectado por el arquitecto Joaquín Pavía Bermingham y se construyó en 1882 donde hasta entonces había estado la prisión de la ciudad.
[2] Pavía inspiró la fachada en la de la Lonja de Palma, obra maestra del gótico civil mallorquín ideada por Guillem Sagrera en el siglo XV.
[2] La obra escultórica de la fachada corresponde a Llorenç Ferrer Martí.
La escalera, iluminada por una gran vidriera en la que se representan las distintas islas del archipiélago balear, da acceso a la planta noble, donde se encuentran una sala de audiencias de la presidencia del Consejo y la sala de sesiones del Consejo, diseñada por Guillem Reynés.
[2][5] Las distintas salas albergan cuadros de artistas locales como Fausto Morell, Joan Bauzà y Ricardo Anckerman.