Su fachada está totalmente construida en piedra de sillería.
Posee dos pisos, alto y bajo, con grandes huecos protegidos por buenas rejas.
A los lados de la fachada aparecen sendas torres que dan rango palacial al edificio.
Según los datos que conocemos, los anaqueles con libros ocupaban por completo, hasta el techo, las paredes de cuatro grandes salas.
En 1912 la casa, que incluye la iglesia de San Benito el Viejo desde el Renacimiento, fue comprada por las Madres Oblatas, quienes permanecieron en ella hasta 1980, cuando las edificaciones pasaron a manos de los Padres Mercedarios Descalzos por compra.