Palacio de la Exposición

Allí se expuso el famoso reloj del teniente coronel de Ingeniería, Pedro Ruiz Gallo, que se constituyó en el mayor atractivo de la exposición.

Hallándose el palacio en no muy buenas condiciones, y siendo necesaria su restauración, en 1954 la Municipalidad de Lima lo cedió, en comodato renovable, al Patronato de las Artes para que ahí funcione el futuro Museo de Arte de Lima habiendo sus directivos gestionado su remodelación ante la Unesco la cual prestó su colaboración, enviando al arquitecto Hans Aspland y al museólogo Alfred Westhaen, para realizar la reconstrucción y adaptar el edificio antiguo con las necesidades de un Museo de Arte acondicionado con los últimos adelantos técnicos que incluyeron estructuras indispensables para un auditorio y así poder ofrecer conciertos, películas, funciones teatrales y de ese modo cumplir con una tarea básica del museo: educar.

Para estas obras el patronato contó con la colaboración de los gobiernos del Perú y Francia.

En Francia se encargaron las columnas estructurales de fierro, que son atribuidas a la Casa Eiffel, y en otros países europeos, mármoles, muebles y valiosos objetos de arte.

Con el parque adyacente fue diseñado un conjunto de jardines a la francesa, con fuentes, lagos y pequeños pabellones de arquitectura exótica: venecianos, bizantinos y moriscos.

Vista de los jardines y el Palacio de la Exposición, cuya construcción fue ordenada mediante decreto del presidente José Balta el 2 de agosto de 1869.
El Palacio de la Exposición como sede del Museo de Arte de Lima .
Arquitectura exterior de las partes lateral izquierda y posterior del Palacio de la Exposición. Puede verse una de las estatuas de animales que lo adornaban.