Flanqueado por la Casa de los Alcaldes (izq) y el Palacio Arzobispal (der).
Durante el siglo XVIII perteneció a Francisco Calvache de Biedma.
Se dice que durante esta época el libertador Simón Bolívar cruzó las primeras palabras con la patriota quiteña Manuela Sáenz en este mismo edificio y durante una fiesta ofrecida por el Marqués días después de la independencia (1824).
[2] Entre 2001 y 2002 fue sometido a una re-estructuración integral por parte del FONSAL y la ECH, entidades municipales especializadas en conservación, para convertirlo en el Centro Comercial Pasaje Arzobispal, con gran éxito de cafeterías y restaurantes gourmet en su interior desde el día de su apertura.
Destaca el portal continuo que comparte con las otras edificaciones contiguas, a modo de pasaje cubierto con salidas hacia la plaza a través de arcos de medio punto, sobre el que se encuentran los balcones del segundo piso.