Su protegido puerto y la localización le proporcionan un lugar estratégico muy importante para el comercio al este.
La estructura es muy parecida a la de los otros palacios minoicos: patio central rodeado por los edificios que acogían las habitaciones privadas y los almacenes.
La entrada principal se sitúa en el ala este, reservada para los aposentos reales y estaba conectada al puerto.
Entre los restos encontrados en el palacio destacar además numerosas pinturas al fresco donde a menudo se representan mujeres de fina cintura, grandes pechos y exagerado escote similares a otras pinturas y esculturas hallados en el palacio de Cnosos.
En ella se encontraron varias pithoi, una de las cuales contenía una inscripción en lineal A.