Forma parte del Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco en 1990, con el número 91-008.
El edificio es la sede del colegio jesuita del Vaticano y desde el principio sirvió como sede de la Congregación para la Propagación de la Fe (Propaganda Fide), guiada por los jesuitas, que fue fundada en 1622.
El primer arquitecto encargado de los trabajos fue Gianlorenzo Bernini, que fue sustituido en el año 1644 por Francesco Borromini, porque su estilo gustaba más al comitente, el Papa Inocencio X.
La fachada de Borromini está organizada en torno a potentes pilastras entre las cuales las ventanas de las alas laterales están curvadas hacia el interior, mientras que las centrales están curvadas hacia el exterior.
La banda centras está, nuevamente, curvada hacia el interior.