Fue edificado por el canónigo Francisco Pereira de Anaya, en 1576.
El maestro cántabro Juan Ribero de Rada también participó en su construcción.
Su fachada, con frente a la plaza de Colón, presenta dos cuerpos separados por simples cornisas, rematado en galería adintelada a base de pilares con zapatas, destacando la alternancia de frontones rectos y curvos que decoran los vanos del segundo piso.
En su interior, el conjunto presenta un patio irregular con forma de L con dos galerías en cada lado, la inferior con arcos de medio punto y adintelada la superior, con óculos en las enjutas.
La caja, casi un cuadrado, se abre al patio mediante un amplísimo vano adintelado.