Fue por esto que presidentes como Jorge Alessandri o Salvador Allende no residieron mucho en el palacio de cerro Castillo.En el segundo nivel se encuentran los dormitorios del jefe de Estado y sus visitas, sumando ocho habitaciones.En el primer y segundo piso destacan sillones estilo Luis XIV, una mesa pembroke, arrimos ingleses, mesas laterales inglesas, sillas Reina Ana, sofás y sillones Trigalle.El último piso, distribuido en dos torres, alberga la biblioteca, una sala de radio, un despacho y un observatorio.Actualmente existe un ascensor interior que conecta las dependencias entre el subterráneo y los niveles superiores.Ya concluido su primer periodo presidencial, Ibáñez volvió al Palacio 12 años más tarde, como huésped del presidente Juan Antonio Ríos.Junto con construir el Palacio veraniego de los presidentes, cabe señalar que Carlos Ibáñez firmó la Ley 4.283 de 1928 mediante la cual se entregaron recursos económicos extraordinarios a la ciudad-jardín para su transformación en balneario.[5] Los González organizaban largas y refinadas fiestas donde la alta sociedad del país asistía durante el verano.Mientras don Gabriel tocaba el piano para entretener a los visitantes, se servía abundante whisky.Aun así, el Palacio fue utilizado con regularidad por los hijos y nietos de Pinochet.En este lugar contrajo matrimonio su hijo Marco Antonio con su mujer Soledad Olave.La presidenta Michelle Bachelet, en su primer mandato no fue una asidua visitante del Palacio, aunque solía ocuparlo algunos fines de semana, y para recibir el año nuevo.Michelle Bachelet utilizó ocasionalmente el Palacio ya que sus vacaciones estivales las efectuaba en una casa de su propiedad en el Lago Caburgua o bien en otra propiedad que ésta tiene en la localidad de Tunquén.