Palacio Pávlovsk

El palacio se vio influido por la visita que Pablo I de Rusia y la princesa Sofía Dorotea de Wurtemberg realizaron a Europa visitando Francia, Italia y Austria.

Especialmente influyeron en el castillo los recuerdos que los jóvenes príncipes rusos tenían de su estancia en París, donde habían sido recibidos por el rey Luis XVI y la reina María Antonieta.

Después de su muerte en 1828 el palacio pasó a su hijo, el gran duque Miguel Pávlovich.

Miguel Pávlovich legó el palacio a su sobrino el gran duque Constantino Nikoláievich.

Durante este período el edificio principal del palacio fue reconocido por la familia Románov como herencia artística e histórica única y preservado como museo virtual.

Entre los que contribuyeron a la construcción y decoración del palacio de Pávlovsk se encuentran los arquitectos Charles Cameron, Vincenzo Brenna, Giacomo Quarenghi, Andréi Voronijin y Carlo Rossi.

También hay obras de los pintores Giovanni Scotti, Andréi Martýnov y Johann Mettenleiter.

Pese al fallecimiento de Pablo, que pudo haber estado implicado en su diseño, la puerta se erigió.

Esta escultura fue resguardada durante la Segunda Guerra Mundial al ser enterrada poco antes de la llegada de las tropas nazis en un subterráneo a nueve metros del sótano del Palacio Pávlovsk.

Llegada al palacio Pavlovsk (1808)