Hoy por hoy, y desde los años setenta, gracias al reconocido sacerdote salesiano Raúl Silva Henríquez, la ex casa del matrimonio Letelier Llona está a cargo del Arzobispado de Santiago, entidad que dio inicio a sus oficinas de la Vicaría para la Educación, utilizando el Palacio Letelier como establecimiento y promocionando nuevamente su estructuración.
Y así como otros palacios santiaguinos de la época, se les denominó ´Palacio' a pesar de ser mucho más pequeños que sus homónimos europeos y no tenían vínculos directos con la realeza, pero sí con la aristocracia.
El arquitecto del palacio Letelier, José Forteza, fue un conocido ingeniero civil español que se radicó en Latinoamérica y que además recibió un doctorado en arquitectura y recibió clases de paisajismo.
[1] A petición del político e ingeniero civil Miguel Letelier Espínola y su mujer Luisa Llona Reyes, la nueva residencia estuvo basada en un curioso estilo gótico plateresco, con grandes balconajes, una torre, pináculos y numerosos detalles ornamentales.
En el patio, una construcción anexa albergó las cocheras y una moderna piscina techada; la casa tenía además dormitorios con baños privados.
[2] Luisa Llona Reyes: Mujer amante de la música, la pintura y las artes en general.
La Vicaría para la Educación es una organización subordinada caracterizada por su labor evangelizadora, al mismo tiempo que se encarga de fortalecer y otorgar una identidad de tipo más eclesial a los colegios que ya forman parte del Arquidiócesis.