Desde 1999 se desarrolla la Estrategia Nacional para la Conservación del lince ibérico,[1] aprobada en febrero de ese año.
[2] Así, según señala Ecologistas en Acción, en los años precedentes a la firma del acuerdo se había entrado en una dinámica positiva de cara a evitar la extinción de la especie.
Desde entonces se ha conseguido criar a 11 ejemplares de la especie siguiendo ese proceso.
[2] La idea es que este acuerdo coordine los procedimientos para conservar las poblaciones de la especie constatadas, y también para crear otras nuevas reintroduciéndola en lugares antaño habitados por el lince: Portugal, Castilla La-Mancha y Extremadura.
[4] La idea es que en 2010 se trasladen a un entorno natural los primeros linces criados en cautividad, según señaló Narbona el día de la firma del acuerdo.