El término «país» usado en este anexo se refiere a los Estados soberanos, no las dependencias (por ejemplo, Guam, las Islas Marianas del Norte, Bermudas), cuya defensa es responsabilidad de otro país o algún tipo de fuerza militar alternativa; mientras que «fuerzas armadas» se aplica a cualquier sistema de defensa armada financiada y mantenida por el Estado, que puede ser usada en operaciones internas o externas, en nombre del gobierno o del Estado que defienden.
Algunos de los países enumerados, como Islandia y Mónaco, no tienen ejércitos permanentes, pero poseen fuerzas militarizadas.
[1][2][3] Gran parte de los veintiún países enlistados aquí son Estados insulares o micro-Estados (como Nauru y Liechtenstein, respectivamente).
[6][7][8] Por ejemplo, cuando Micronesia negoció un acuerdo defensivo con los Estados Unidos, lo hizo desde una posición débil porque dependía enormemente de la asistencia estadounidense.
Todos los países en este anexo se consideran en situación de no militarización.