La catedral románica fue remodelada en el siglo XVII hacia un nuevo aspecto barroco y el púlpito de Guglielmo fue desmontado, partido en dos y trasladado a su posición actual, a ambos lados del portal principal, en 1669.
Lo que en un tiempo fue un gran púlpito, son actualmente dos piezas adosadas a la contrafachada de la catedral, sostenidas cada una por dos columnas y dos semicolumnas.
Debido a las intervenciones del siglo XVII, las escenas ya no siguen el hilo narrativo original.
En el centro del lado frontal de cada antepecho hay dos grupos escultóricos elaborados casi a bulto redondo y sobre ellos un atril para la lectura del evangelio y otro para la de la epístola.
También formaban parte del imponente púlpito cuatro leones estilóforos, de bulto redondo, que originalmente estaban colocados en la base de las columnas que sostenían al púlpito.