El único dato cronológico medianamente fiable es el de su finalización, ya que al conocerse con gran certeza que Policarpo de Esmirna murió en el año 156[3] y que en el año anterior visitó Roma donde se encontró con el papa Aniceto, sucesor de Pío I, se puede extrapolar que el pontificado de este no se pudo extender más allá del año 155.
Pío I era conocido, según un documento del siglo II llamado fragmento muratoriano,[5] y el Catálogo Liberiano como hermano de Hermas, el autor de El Pastor.
Lo mismo cabe decir de Marción, que, aunque basándose en ideas gnósticas, evolucionó hasta elaborar una doctrina propia, el marcionismo.
[7] El Liber Pontificalis afirma que Pío I decretó que los judíos convertidos al cristianismo podían ser admitidos y bautizados en la Iglesia el día de la Pascua de Resurrección, basándose para ello el Diálogo de Trifón, una obra de Justino Mártir, que en esa época vivía en Roma.
Se atribuye a este pontífice la fundación de dos iglesias: la títulus Pudentis o santa Pudenciana y la títulus Praxedis o santa Práxedes, pero en realidad es una leyenda sin base histórica ya que estas iglesias se construyeron en el siglo IV en tiempos de Constantino I.