La tripulación del Essex escapó en pequeños botes balleneros, con provisiones suficientes para dos meses, pero no fueron rescatados en ese tiempo.
Cuando incluso este recurso se agotó, los cuatro hombres que quedaban en el bote de Pollard acordaron sacar pajitas para decidir cuál de ellos debería ser sacrificado, para que los cuatro no murieran de hambre.
Coffin "perdió" dicha lotería, le dispararon y se lo comieron.
El capitán se ofreció como voluntario para tomar el lugar de Coffin, pero Coffin se negó, diciendo que estaba en su "derecho" de hacerlo para que los demás pudieran vivir.
Finalmente los sobrevivientes fueron rescatados por otro ballenero, el Dauphin.