[2] Dibujó series e historietas centradas en situaciones de apariencia ingenua y doméstica, donde aflora un mundo íntimo en el que destaca la mirada femenina y esa «mística doméstica» tan propia de su obra.
Ese mismo año, el impresor Tito Ferreira, junto con un estudiante de Photocentro, fundó la Editorial Diorama.
[2] Orgullosa de ser difícilmente definible, defiende que sus creaciones son una oda a lo cotidiano.
Le parecía que sus recuerdos de la experiencia se perdían con la foto en color, por eso decide dar ella misma color a las fotografías blanco y negro con una técnica manual de pintura sobre la foto positivada.
Así empieza a trabajar el color, primero con acuarelas, y mucho más adelante, con herramientas como Photoshop.
Desde muy pequeña quise ser pintora, me paso toda la vida haciéndolo; de hecho, es algo que también practico con mis instantáneas.
Si íbamos a la El Sol o al Rockola también estábamos perpetrando alguna acción artística.
Digo esto porque creo que la gente se toma mis imágenes como una crítica social y son todo lo contrario.
Bárbara Allende Gil de Biedma quedó maravillada por esta palabra y decidió que quería firmar sus obras así.
Reforzada en esta decisión por su primer galerista, Albert Guspi, expuso desde entonces su obra bajo este seudónimo, al que quitó una E, firmando como Ouka Lele hasta 1999 en que volvió al nombre original «Ouka Leele».
A la vez, quería separar su trabajo público de su vida personal e íntima.
Con aquella innovadora técnica de fotografía pintada se conformó la famosa colección Peluquería (1979).
[19] A sus 23 años padeció una enfermedad y dio pasos agigantados hacia una nueva forma de concebir el arte.
De pronto, “todo empezó a ser precioso, cada momento vivido y cada cosa que encontraba”.
También ha expuesto en Japón; en la Fondation Cartier en París; en Beijing realizó la exposición "Entre Dos Mundos" 2008, que recibió el premio a la mejor exposición del año en China; y es la primera artista española en participar en la Bienal de Shanghái.
Su obra fue expuesta en ciudades como París, Londres, Tokio, São Paulo, Tel Aviv, Shanghái, Pekín, Roma, Buenos Aires, Colonia o Nueva York, entre otras.
[22] Su obra ha sido reproducida en multitud de revistas como Diorama, Photo Magazine, Telos, Dezine, o Reviste Actuel.
Colaboró en casi todas las ediciones del festival ARCO, que alberga parte de su obra en su colección.
En 1996 trabajó junto a Concha García Campoy en el libro La doble mirada y en 2002 preparó una serie de dibujos y serigrafías para el Cantar de los cantares del rey Salomón.
Dicho acto fue presidido por la hija de Allende, su hermana Patricia Allende, la directora del Museo Lázaro Galdiano Begoña Torres, la directora de PhotoEspaña Claude Boussac, Ángela Molina, Alberto Anaut y Rafael Gordon.
[25] Hay que jugar al vacío (2018) fue un proyecto expositivo donde Ouka Leele con sus pinceles y Jerónimo Maesso en el piano, y a partir de propuestas del público, generaban obras únicas.