Estas cicatrices fueron dejadas por las hojas del vegetal, que en ninguno de los casos se conserva.
Estos restos están formados por tallos bulbosos con parte del sistema radicular y sin las hojas superiores.
[1] La zona distal del tallo mantiene un grosor constante en gran parte de su longitud.
Las cicatrices son siempre circulares u ovales y completamente planas respecto al órgano en el que aparecen aunque su tamaño varía según esta localización.
El hueco dejado entre ambas protuberancias arriñonadas es interpretado como la traza foliar y presenta un tejido que se supone es un parénquima.
Los estudios geológicos llevados a cabo en la zona han demostrado que esta formación se corresponde con un ecosistema de transición fluvial-marina caracterizada por una fuerte sedimentación deltaica.
Otros géneros presentes son Barinophyton, Protobarinophyton, Lepidodendropsis, Gillespiea, Aglosperma y Duodimidia.
Dentro de la fauna son varias las especies de peces que se han identificado como el acantodio Gyracanthidae, los condríctios Ctenacanthus y Ageleodus o los osteíctios Ctenacanthus, Ageleodus, Limnomis, Sauripterus e Hyneria.