En su apogeo, Morote llegó a ser el siguiente al mando después del líder oficial Abimael Guzmán.
Actualmente se encuentra recluido en el Penal Ancón 1 cumpliendo una condena de cadena perpetua.
Allí conoció a Abimael Guzmán, quien se desempeñaba como profesor de Filosofía, bajo cuya influencia abrazó el maoísmo como ideología política.
Ya reconocido como un sanguinario líder senderista, el Gobierno peruano puso precio a su cabeza a través de avisos publicitarios difundidos en la televisión y en la prensa escrita.
Su captura se produjo cuando estaba a punto de retornar al norte del país y fue posible gracias a la declaración de una mujer que, de casualidad, lo vio cuando fue a visitar al propietario del departamento donde se encontraba alojado.