Su evolución temporal obedece a una ecuación diferencial de segundo orden: en la que x es la posición, función del tiempo t, y μ es un parámetro escalar que gobierna la no linealidad y el amortiguamiento.
[1] Van der Pol encontró oscilaciones estables, que llamó oscilaciones de relajación,[2] conocidas en la actualidad como ciclos límite, en circuitos que usaban válvulas de vacío.
Cuando esos circuitos se hacen funcionar cerca del ciclo límite entran en acoplamiento y la señal entra en fase con la corriente.
[4] La ecuación de van der Pol tiene una larga historia en física y biología.
También se ha usado en sismología para modelar el comportamiento de dos placas en una falla.