Con la interpretación de algunos covers estuvo considerado entre los baladistas más aceptados del rock romántico.
Su estilo interpretativo así como su carisma personal hicieron que pronto se colocara entre los baladistas preferidos de la época dorada.
Oscar Madrigal era el joven apropiado para enamorar a las "teenagers" (adolescentes) mexicanas con baladas de rock&roll.
Sus primeros éxitos fueron ‘Mi último verano’, ‘Pequeña Diana’, 'Que clase de amor es', 'Camina derechito', 'Cosas' y 'Rumores', grabadas para la compañía discográfica GAMMA.
[2] Grabó en breve tiempo una decena justa de discos sencillos y tuvo una inmediata aceptación popular.