Su diseño corrió a cargo de Henry Vaes, autor también del característico cálice o copa Orval.
[3] El reputado crítico Michael Jackson consideraba a la Orval como un «fantástico aperitivo» y un «clásico internacional».
[5] La cerveza Orval se embotella exclusivamente en una botella de tercio que llama la atención por su forma contorneada.
Se le añade azúcar candi disuelto y levadura fresca para conseguir una tercera fermentación que tiene lugar dentro de la botella, similar al methode champagnoise usado para hacer champán.
La cerveza que se vende en la abadía o en el café local madura como mínimo seis meses.
Se recomienda su guarda, ya que el sabor evoluciona, siendo el punto óptimo de 5 a 10 años.
Rezó a Dios y no pasó mucho tiempo hasta que una trucha salió del agua con su anillo en la boca.