En la santería sincretiza con San Isidro Labrador, patrón de los agricultores.
Es un trabajador afanoso y guardador de secretos, se dice que sus testículos cuelgan hasta el suelo, por su férrea castidad.
Es el que provee de alimentos al mundo, por ser la tierra misma.
Asegura la prosperidad de las cosechas, sus mensajeras son las abejas y representa la prosperidad y la fecundidad, por eso las mujeres estériles recurren a él.
Forma una importante trilogía con Oke y Oggue, responsables de las cosechas, las lluvias, el fuego interno capaz de partir la tierra y los animales.