Como otros torpederos de su clase, debe su nombre al Orión de la mitología griega, que a su vez da nombre a la constelación homónima.
En 1885 los astilleros Germania-Werft de Kiel comenzaron, motu proprio, la construcción de un torpedero que fue ofrecido a varias armadas.
El buque fue reconocido y encontrado satisfactorio por la Armada Española.
Durante la Guerra Hispano-Estadounidense, el Orión fue encuadrado en la Segunda División de Torpederos, que debía defender Ferrol y las rías bajas ante un hipotético ataque de los Estados Unidos.
Frente a la costa portuguesa sufrió una avería, permitiendo las autoridades lusas que fondeara en Faro para repararla.