[1][2][3] Su divisa fue una banda dorada, bordada del mismo metal, colocada de izquierda a derecha.
Entró en la península por Galicia, tomando las ciudades de La Coruña, Santiago de Compostela y Orense, y libró algunas batallas en el frente castellano hasta llegar a Palencia.
Las mujeres formaron un ejército y se levantaron en armas, consiguiendo defender la plaza y obligar a los ingleses a levantar el sitio y retirarse en desorden, frenando las pretensiones del duque a la corona,[2] que terminó pactando con Juan I de Castilla en 1388, casando a su hija Catalina de Lancaster con el príncipe Enrique (futuro Enrique III de Castilla), hijo del castellano.
Por este motivo, el enlace real tuvo se celebró en Palencia.
[5] El monarca les concedió el privilegio perpetuo de llevar la banda dorada como la traían los caballeros de la Orden de la Banda, y poder adornar sus tocas con los colores rojo y oro, privilegio reservado a los caballeros.