La Orden sobre las demoliciones en el territorio del Reich (Befehl betreffend Zerstörungsmaßnahmen im Reichsgebiet), abreviada posteriormente como «Orden Nerón», fue una de las normas jurídicas que los nazis utilizaron para aplicar a gran escala una táctica de tierra quemada al final de la Segunda Guerra Mundial en territorio alemán.
El nombre popular que se le adjudicó más tarde tuvo como origen la actitud que se atribuye al emperador romano Nerón en el año 64 durante el gran incendio de Roma donde la leyenda afirma que Nerón buscó la destrucción deliberada de la urbe romana.
A menudo se asume que el pretendido beneficio militar que fundamentaba esta norma fue utilizado simplemente como una excusa política, ya que Hitler había llegado a la conclusión de que el pueblo alemán «había perdido su derecho a la existencia» al haber sido vencido por «las gentes del Este» y ahora debía resignarse a la derrota y afrontar las consecuencias.
[1] Sin embargo, la literalidad de la Orden declaraba que su propósito era hacer imposible a los enemigos del Reich el uso de la infraestructura existente en suelo alemán a pesar de la desesperada situación militar del régimen nazi.
Sin embargo, todavía se desconoce si la demolición fue intencionada y qué la causó, ya que además de los que la atribuyeron a tropas SS encargadas de la ejecución de la Orden Nerón, hubo testigos oculares que informaron sobre la inundación parcial del túnel en los días finales de la guerra debido a los daños existentes en las tuberías de suministro y alcantarillado de la ciudad.