Ophrys se menciona por vez primera en el libro "Historia Natural" de Plinio el Viejo (23-79 AD).
Habitan matorrales, tomillares, pastizales más o menos empobrecidos y lugares abiertos.
Estas orquídeas terrestres tienen tubérculos subterráneos, globulares, y pequeños de los cuales sale el tallo floral.
Las flores son únicas, no solo por su inusual belleza, gradación de color y formas excepcionales, sino también por la ingenuidad con la que atraen a los insectos.
Su labelo imita a varios insectos tales como abejas, abejorros, escarabajos o avispas, atrayendo y engañando al polinizador.
El sépalo dorsal es más o menos cóncavo y en muchas especies parece formar un pequeño casco sobre la columna.
A lo largo del verano, entonces, se seca toda la parte aérea y, al llegar el otoño, con algo más de fresco y lluvia, se suelen desarrollar las hojas de la roseta basal, que permanecen durante el invierno.
Ello permite que se inicie la formación de un nuevo tubérculo durante el otoño.
El género se divide en dos secciones en función de la posición que adopta el abejorro al ser engañado.
Esto es suficiente para mantener la población de Ophrys, si se tienen en cuenta que cada flor fertilizada produce 12.000 diminutas semillas.
Por lo tanto, deben aprovechar los machos "inexpertos" y serán favorecidas las plantas que florezcan comparativamente temprano.