En consecuencia, la propaganda soviética confundió a los alemanes ya que al tener información de la operación Marte, ellos no tomaron medidas excesivas para repelerla.
Las tropas del enemigo no lograron tomar Moscú y se vieron obligadas a retroceder unos 150-200 kilómetros.
Sólo al liberar Rzhev, las tropas soviéticas consiguieron dejar a la capital fuera de peligro.
Desde enero hasta abril de 1942 las tropas soviéticas estuvieron atacando las posiciones del enemigo sin ningún éxito.
En julio y agosto del mismo año emprendieron una nueva ofensiva, pero no alcanzaron su objetivo.
En el periodo que va de noviembre hasta diciembre del mismo año, el Ejército Rojo volvió a realizar una ofensiva, esta vez encabezada por Zhúkov.
En el marco de la operación Marte las tropas intentaron rodear a los alemanes, pero tampoco tuvieron éxito.
Su sitiado 33.º Ejército estaba perdiendo las últimas fuerzas cuando llegó un avión para recoger al general.