Oiá

Oshún no pudo escuchar los gritos de Oiá, a la cual amarraba para que no se perdiera haciendo sus habituales travesuras ya que se encontraba sumergida en el río, ni tampoco la escuchó Iemaiá, la cual estaba muy alejada de la costa.

Oshún imploró a su padre que no la omitiera de su representación terrenal.

Oyá es una orishá y está muy relacionada con Ikú, la divinidad de la muerte.

Es además la Orishá del río Níger, antiguamente llamado Oiá, por sus 9 afluentes, nacida en Ira.

Oiá es una de las llamadas orishás muerteras junto a sus hermanas Obá y eleguá.

Amante de la guerra combatía junto a Ogún y Shangó en las campañas que estos realizaban.

También es conocida como yansa del yorubá iyansá (iyá: ‘madre’, omó: ‘hijos’, mesá: ‘nueve’).

Los hijos de yemaya y Shangó no la reciben durante el sodo orishá.

Cuando ella se asienta como orishá tutelar, sus hijos deben recibir a yemaya con un ritual especial.

Lleva 9 otá marrones o carmelitas, que se recogen en el río.

A veces carga con una antorcha encendida en su mano derecha, haciendo fieros círculos mientras gira hacia la izquierda Para coronar este Oshá, el iniciado debe haber recibido antes a los orishás guerreros.

Besó por primera vez a su compañero Babalú ayé, también hermana de Aiaó, que es virgen y no se asienta.

Son como el viento, no les gusta estar encerrados en un lugar, lo cotidiano y monótono los cansan con facilidad.

En la Santería, Oiá es comúnmente sincretizada con la Virgen de la Candelaria. En la imagen Virgen de Candelaria venerada en las Islas Canarias de la cual es patrona.