El día treinta y uno, nuevamente FENASTRAS era objeto de atentado dinamitero que dejó un saldo de veintisiete sindicalistas heridos y diez muertos,[10] entre ellos la dirigente Febe Velásquez.[10] El aviso se hizo realidad cuando el 11 de noviembre inició una ofensiva general a eso de las 7.30 p. m.,[11] con una milicia de dos mil[11] a tres mil[12] efectivos repartidos en diversos puntos del país: Ayutuxtepeque —donde inició el primer ataque en la comandancia del ejército—,[11] Mejicanos, Ciudad Delgado, Soyapango, Cerro San Jacinto, Zacatecoluca, San Miguel y Usulután.[10][13] Ese mismo día, por la mañana, los insurgentes atacaron las instalaciones de la Guardia Nacional.[18][19] Mientras los combates tenían lugar en los centros urbanos, el día dieciséis una unidad militar del batallón Atlacatl irrumpió en las instalaciones de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas y ejecutó a seis sacerdotes jesuitas y dos empleadas en horas de la madrugada.[10] Sin embargo, él mismo se vio envuelto en el conflicto al quedar atrapado junto a varios extranjeros y cinco marines estadounidenses[4] en la torre vip del Hotel Sheraton de la Colonia Escalón, cuando los guerrilleros tomaron las instalaciones.Todos fueron liberados esa misma jornada a raíz de una tregua pactada.[11] En esa zona los insurgentes tomaron como rehenes algunos vecinos quienes fueron liberados a raíz de un alto al fuego.[16] El día 6 de diciembre, el coronel René Emilio Ponce, Jefe del Estado Mayor Conjunto, emitió un comunicado donde estableció las bajas del FMLN en 1.902 muertos y 1.109 heridos; por parte de la Fuerza Armada, 446 y 1.228 respectivamente.[24][25] La comandancia del FMLN intentaba realizar una campaña de gran envergadura previo a un diálogo con el gobierno.[18][27] Según René Emilio Ponce, la ofensiva no tenía otro objetivo que tomar el poder por la vía armada.