Ocuri

El primer y auténtico descubridor del yacimiento romano de Ocuri en tierras ubriqueñas fue Juan Vegazo.

En 1793, este rico agricultor compró los terrenos que comprendían el asentamiento para realizar allí una excavación, esperando encontrar la Pompeya Ocuritana.

[2]​ Las cisternas[3]​ y las termas[4]​ han sido inventariados en el proyecto Conoce tus fuentes.

Allí y continuando con la labor de puesta en valor se han señalizado las diversas estructuras.

[6]​ Junto al acceso principal de la ciudad está el llamado Columbario, un edificio con grandes hornacinas y pequeños nichos.

Puerta principal de acceso a la ciudad
Ruinas
Entrada al llamado columbario
Olivo silvestre de Ocuri