Por veinticinco años, la población de Timor Oriental fue sometida a ejecuciones extrajudiciales, tortura y hambre.
La resistencia a la dominación del gobierno de Indonesia se mantuvo fuerte durante este periodo.
Una votación en 1999 para determinar el futuro del territorio resultó en una arrolladora mayoría a favor de la independencia, y en 2002, Timor Oriental se convirtió en una nación independiente.
[3] Australia e Indonesia fueron las únicas naciones del mundo en reconocer a Timor Oriental como una provincia de Indonesia, e inmediatamente después comenzaron las negociaciones para dividir los recursos encontrados en la zona marítima circundante, conocida como Timor Gap.
Otros países, incluyendo Japón, Canadá y Malasia, también apoyaron al gobierno indonesio.