Ocupación alemana de Luxemburgo en la Primera Guerra Mundial

Durante este periodo, Luxemburgo pudo conservar su propio gobierno y sistema político, aunque contaba con el inconveniente de la presencia del ejército alemán.

El ambiente político local se complicó por la muerte del que había sido primer ministro durante veintisiete años, Paul Eyschen.

Anticipándose a las posibles acciones por parte del principal aliado ruso en Europa occidental, Francia, Alemania puso en práctica el Plan Schlieffen.

De esta forma, Alemania podría alcanzar París rodeando las principales defensas francesas que estaban situadas en el sur, y forzar a Francia a rendirse, pudiendo centrar su atención en el Frente Oriental.

El 2 de agosto, el Canciller alemán Theobald von Bethmann Hollweg justificó la completa ocupación de Luxemburgo indicando que era una acción militarmente necesaria, argumentando que Francia también estaba preparada para invadir Luxemburgo.

Sin embargo, cuando el Gobierno alemán vislumbró una próxima victoria, su canciller empezó a adoptar un tono distinto.

Al estar la guerra en el frente occidental en equilibrio, la suerte de Luxemburgo era totalmente incierta.

Eyschen se sintió ultrajado por el hecho de que los alemanes hubieran capturado a un ciudadano luxemburgués, y que lo hubieran juzgado por un delito extraterritorial; en aquella ocasión Eyschen no hizo nada para disimular su indignación.

Eyschen comunicó al embajador alemán en Luxemburgo que la acción era una “ofensa directa a la soberanía nacional del Gran Ducado”.

El verano de 1915, Eyschen intentó reducir la influencia de la iglesia católica en el sistema educativo estatal, a lo que se opuso la Gran Duquesa María Adelaida, ferviente católica, como lo era la mayoría del país, aunque no lo había sido su padre, que fue protestante.

La duquesa ganó reputación al haber afirmado “No permitiré que nos roben nuestra más preciada herencia (refiriéndose al catolicismo) mientras yo tenga la llave.” María Adelaida rehusó ceder, invitando a Eyschen a dimitir si no era capaz de aceptar su decisión.

La Gran Duquesa, 53 años más joven que él, era considerada políticamente ingenua y peligrosamente partidaria de una monarquía constitucional.

(26) Los conservadores católicos eran el grupo mayoritario, pero no contaban con la suficiente mayoría como para formar un gobierno de coalición.

Movimientos de tropas en el frente occidental. Siguiendo el Plan Schlieffen, las tropas alemanas penetraron en Bélgica y Luxemburgo para evitar las defensas francesas.
Mujeres luxemburguesas celebrando el final de la Primera Guerra Mundial, que implicaba la liberación de su país, y la llegada de las tropas Aliadas tras el Armisticio con Alemania en noviembre de 1918.