Ocho apellidos vascos

Ocho apellidos vascos es una película española dirigida por Emilio Martínez-Lázaro con guion de Borja Cobeaga y Diego San José.El título del filme hace referencia a los ocho apellidos vascos que dice tener el protagonista, dos por cada uno de los cuatro abuelos, que son: Gabilondo, Urdangarin, Zubizarreta y Arguiñano, por vía paterna; e Igartiburu, Erentxun, Otegi y Clemente, por vía materna.Gran parte de la historia transcurre en el País Vasco, más concretamente en Zarauz, aunque también en Leitza (Navarra).Una serie de circunstancias llevarán al joven sevillano a tener que hacerse pasar por un auténtico vasco e ir enredándose cada vez más en el personaje para lograr sus propósitos.Amaia (Clara Lago) es una joven vasca que acaba de romper su compromiso matrimonial con su ya exnovio.Al día siguiente, Rafa despierta y ve que Amaia ha desaparecido, aunque ha dejado olvidado su teléfono móvil.Rafa intenta localizarla buscando el número del padre de ella, aunque al llamar no recibe respuesta.Rafa, poco antes de llegar a su destino, la ve bajándose del autobús y entrando en su casa.Allí se encuentra con varios presos, y finge ser un miembro de la kale borroka para ganarse su simpatía.Esa misma tarde, Rafa, Amaia, Merche y Koldo salen en el barco de este último a pescar bonito.Sucesivamente, Amaia no acepta dormir en la misma cama que Rafa y solo se queda junto a él cuando su padre está mirando.La boda va a tener lugar en la dicha ermita (que en la realidad es la de San Telmo, junto al mar Cantábrico, en Zumaya, Guipúzcoa).La canción contiene letras tanto en euskera como en castellano, cantadas por Leire y David respectivamente como reflejo del argumento de la misma película.[14]​ La crítica especializada se mostró dividida en torno a la película, aunque predominaron las valoraciones positivas.[18]​ Federico Marín Bellón, del diario ABC, habló de «película valiente y oportuna»,[16]​ destacando otro aspecto, el de la oportunidad, que también ha sido recalcado por más críticos que a menudo la comparan con la película francesa Bienvenidos al norte.[17]​ Fausto Fernández, desde la revista Fotogramas, por su parte la tildó de impersonal y calificó su desarrollo como plano.[24]​ El reparto original de actores está presente en dicho film, con algunas incorporaciones como Berto Romero, Rosa María Sardá o Belén Cuesta.