El emperador romano Constancio II hizo que este obelisco y otro fueran transportados a lo largo del río Nilo hasta Alejandría para conmemorar su ventennalia o veinte años en el trono en 357.
El otro obelisco se erigió en la espina del Circo Máximo en Roma en el otoño de ese año, y hoy es conocido como el obelisco laterano, mientras que el obelisco que se convertiría en el de Teodosio permaneció en Alejandría hasta 390, cuando Teodosio I hizo que lo transportaran a Constantinopla y lo puso en la spina del Hipódromo.
Hay evidencias obvias de un gran daño en el pedestal y la enérgica restauración del mismo.
Hoy es prácticamente ilegible, pero se transcribió íntegra por viajeros del siglo XVI.
Dice: Traducción: En la cara oeste la misma idea se repite en griego bizantino, aunque esta vez relata que la nueva erección llevó 32 días (TPIAKONTA ΔYO, último verso) no 30:[2] Traducción: