Nuestra Señora de Gietrzwald

Los acontecimientos fueron comunicados al sacerdote de origen alemán, el padre Agustín Weichsel (1830-1909), mismos que fueron posteriormente difundidos a la comunidad.

La población católica al conocer tales acontecimientos, se conmovió ante las apariciones y vieron como un regalo de Dios al pueblo, por su perseverancia en la fe, a pesar de haberles prohibido el culto.

Las apariciones tuvieron resonancia en Polonia, y otros países de Europa del este.

El niño Jesús sostiene un libro con una mano y la otra la eleva con el ademán de la bendición.

[5]​ En la aldea e encuentra un Santuario Mariano en el templo que ya existía desde el siglo XV, mismo que se convirtió en una Basílica Menor y a la vez es un centro de peregrinaciones y actos de patriotismo polaco, por lo que fue ampliado en múltiples ocasiones.