Marchó con su familia en 1912 a Suiza para tratar la ceguera progresiva del padre, el abogado Jorge Guillermo Borges.
[4] La estancia en Europa se alargó a causa de la Primera Guerra Mundial hasta 4 años.
Tras viajar por toda la Provenza (Norah queda muy impresionada por Nîmes, a cuyo paisaje dedica algunas piezas) entraron en España, donde amplió sus estudios y participó en las Vanguardias.
[7] En 1926 expuso 75 trabajos (óleos, xilografías, dibujos, acuarelas y tapices) en la Asociación Amigos del Arte.
[14][15][16] Sus restos se encuentran en la bóveda familiar del Cementerio de la Recoleta junto a su esposo, sus padres y sus dos hijos.