El término nomenklatura en idioma ruso deriva del latín nomenclatura, que significa estrictamente 'lista de nombres'.
Existe un libro escrito por Mijaíl Voslenski, historiador y filósofo huido en 1972 a Occidente, titulado La Nomenklatura.
La clase gobernante en la Unión Soviética, por primera vez publicado en el samizdat en 1970, que narra la corrupción de la nomenklatura.
Diversos disidentes soviéticos consideraron dicha corrupción inevitable, dado el carácter elitista de la nomenklatura (todos sus miembros estaban sujetos a las órdenes de un solo partido al cual todos pertenecían), así como por su control total sobre el aparato del Estado sin contrapeso alguno.
Según Djilas, la nomenklatura estaba basada en la pertenencia de todos sus miembros al Partido Comunista, el cual a su vez poseía el monopolio del poder, lo cual generaba entre los miembros del Partido un «exclusivismo social» que los convertía en una nueva "clase dirigente".
Esta "clase dirigente" a su vez aprovechaba su dominio total sobre la administración pública y sobre el sistema económico para atribuirse privilegios materiales (alimentación, vivienda, bienes suntuarios) de alta calidad y al cual no podía acceder el resto de la población.