También pueden encontrarse nombres eslavos, verbigracia: Dobrawa, Dobrochna, Dobrosław, Sławoj, entre otros.
Y es muy frecuente el uso de nombres terminados en -a para las niñas, como: Alka, Bárbara, Bogumiła, Ewa, Fela, Franciszka, Gutka, Krista, Manina, Margisia, María, Marjan, Masia, Milena, Otylia, Rosalia, Tesia, etcétera.
La ciencia onomástica ha estudiado todos estos nombres propios, su origen y su evolución a lo largo del tiempo.
Cada nombre puede tener varios diminutivos, dependiendo de la morfología del vocablo.
Para Zofia existen los siguientes diminutivos: Zocha, Zosia, Zośka o Zosieńka.