Se trata del segundo trabajo en solitario de Bardem tras La mujer más fea del mundo.
Aunque está ambientada en las fechas navideñas, en realidad fue rodada en Valencia y Madrid durante agosto de 2001 y los actores debieron soportar las altas temperaturas de la época bajo los gruesos ropajes invernales.
La trama gira en torno a la familia Cuspineda, que espera celebrar la noche de reyes con entusiasmo pues el padre, Ernesto, acaba de firmar un contrato entre su empresa y una compañía japonesa que les salvará de una ruina inminente.
Casimiro Torreiro del diario El País escribió "Su ritmo espástico, la proliferación de personajes siniestros y situaciones increíbles fuerzan mucho la credulidad del respetable (...) la función la salva, no obstante, un puñado de actores espléndidos".
[4][5] Federico Casado Reina del diario ABC vertió críticas negativas, calificando a la película como "una comedia que no es más que una versión gamberra, «freaky» y cañí de After Hours".