No es hora de callar es una campaña iniciada en 2010 por la periodista colombiana Jineth Bedoya Lima.
Su testimonio impulsó que otras víctimas sobrevivientes se decidieran a hablar sobre sus casos y la afectación que el abuso deja en los cuerpos y las vidas de las mujeres.
[7] La campaña fue apoyada inicialmente por PNUD, ONU Mujeres, Intermon Oxfam, El Tiempo y el Fondo de Justicia Transnacional.
[8] En la actualidad la campaña ha recorrido diversos países haciendo visible la violencia sexual en Colombia y logrando que distintos informes internacionales hablen de la precaria situación que afrontan las mujeres del país “Nuestros cuerpos fueron convertidos en armas de guerra”, denuncia Bedoya.
Mediante el Decreto 1480/2014, el Gobierno de Colombia fijó esta fecha, como acto de reparación individual y colectiva dirigido a aquellas mujeres que han sufrido el oprobio, la humillación y la violación de sus derechos a la libertad, la integridad y dignidad personal, por parte de quienes bajo el pretexto de la guerra, convierten sus cuerpos y sus vidas en “botines”, al servicio del ejercicio del poder armado.