Nikolái Kibálchich

Luego regresó a la escuela secundaria y se graduó con medalla de plata varios años después.

Gerard en su declaración al Comité Especial del Senado, "estaba sorprendido sobre todo del hecho que su mente estaba ocupada con algo completamente distinto que no era el juicio.

Se le veía inmerso en una investigación sobre un cohete aeronáutico; tenía la fijación en la posibilidad de escribir sus cálculos matemáticos sobre su descubrimiento.

En el primer carro iba Nikolái Rysakov, que lanzó la primera bomba al coche del Emperador Alejandro II, pero luego traicionó a sus camaradas en el interrogatorio posterior a su detención.

Kibálchich, Sofía Peróvskaya, Andréi Zheliábov y Timoféi Mijáilov iban en el segundo.

Los condenados iban atados a sus asientos, y con una placa colgada al pecho con la inscripción en blanco: "Un regicida".

Todos ellos murieron en la horca poco después, ese mismo día 3 de abril.

Kibálchich, tuvo fe en sus descubrimientos hasta el último momento, muriendo como inventor a sus 27 años.

Sus descubrimientos fueron archivados, y solo en 1917 fueron redescubiertos sus manuscritos por Nikolái Rynin, siendo publicados en 1918 por la revista de historia Bylóie (en ruso: «Былое», pasado).

Nikolái Kilbálchich, 1853-1881.