Después de su primer Fardier à vapeur, en 1770 se construyó una versión completa de ese vehículo, especificada para poder transportar cuatro toneladas y recorrer dos lieues (7,8 km, o 4,8 millas) en una hora, rendimiento que nunca alcanzó en la práctica.
La unidad motriz estaba articulada al "remolque", y se dirigía desde allí mediante una disposición de doble asa.
Una fuente afirma que tenía capacidad para cuatro pasajeros y se movía a una velocidad de 3,6 kilómetros por hora (2,25 mph)[4].
[5] Este accidente, junto con los problemas financieros, pusieron fin a los experimentos del ejército francés con vehículos mecánicos, pero en 1772, el rey Luis XV le concedió una pensión de 600 francos al año por su innovadora obra.
[5] Fue un inventor al cual el gobierno francés le atribuye el desarrollo del primer vehículo autopropulsado o automóvil.