Se unió al antirreeleccionismo en 1910 y se lanzó a la lucha armada en diciembre del mismo año, en el distrito de Camargo.
En 1912 se unió a los orozquistas de Marcelo Caraveo; llegó a alcanzar el grado de general brigadier.
En 1914 volvió a la lucha, quedando bajo el mando del federal Francisco I. González.
Se retiró definitivamente poco después.
En 1934 tomó participación en la lucha electoral, en la Confederación Revolucionario de Partidos Independientes.