[12] El debate sobre la cantidad de desaparecidos durante la última dictadura argentina fue muy arduo y continúa vigente.
[21][22] Aseguraba que «la cifra de 30.000 no es ni arbitraria ni caprichosa, aunque es lamentable reducir la dimensión de la tragedia argentina a un problema contable" ya que "el carácter masivo, criminal y abyecto no se mide por un resultado aritmético, al menos para los que creemos que cuando se asesina un hombre se está asesinando a la humanidad».
[21][23] En 2017 una ley, promulgada por la gobernadora María Eugenia Vidal en la Provincia de Buenos Aires, estableció que debe hablarse oficialmente de 30 000 desaparecidos,[24][13] ley que también ha sido cuestionada.
Ya en democracia y en el año 1984, condenado por crímenes de lesa humanidad,[28] Videla reconocería la intención de ocultar los delitos afirmando que:«no se podía fusilar.
La sociedad argentina, cambiante, traicionera, no se hubiere bancado los fusilamientos: ayer dos en Buenos Aires, hoy seis en Córdoba, mañana cuatro en Rosario, y así hasta 5000, 10 000, 30 000.
De esta manera, la propia Junta Militar negaba su responsabilidad en los crímenes cometidos.
Según Hugo Vezzetti presentaba a las víctimas como «hípervíctimas», es decir, silenciando la pertenencia política de los sobrevivientes y testigos.
De este modo fueron excluidos los testimonios que reivindicaban y asumían «su pasado como militantes revolucionarios»; así, estas “víctimas en estado puro, que mostraban su lado más inocente: niños, adolescentes, monjas, embarazadas ...se acomodaban mejor al humor colectivo” y eran mejor admitidas por la amplia sociedad.
[34] El libro Disposición Final de Ceferino Reato causó una controversia[¿dónde?]
[40][41] También la doctora en Derecho Penal Valeria Thus definizó estas expresiones como un potencial e «(incipiente) negacionismo estatal», que podría relacionarse con acciones tendientes a instalar la impunidad.
[44] En 2023 la candidata presidencial y antigua ministra Patricia Bullrich respondió en una entrevista a la pregunta de si había que discutir el número de desaparecidos o no diciendo «lo que no podemos decir es "o decís 30 mil o sos un traidor a la patria", a ver... la base es la libertad (de opinar)», dichos que fueron acusados de negacionistas.
[46] Villarruel, quien ha marchado junto a grupos reivindicando a la dictadura en manifestaciones,[47] también propuso reemplazar la ex ESMA y demás instalaciones que evocan la memoria de los desaparecidos con un parque.