En total se han encontrado veinticinco tumbas, de las que muchas están decoradas espléndidamente e incluyen los nombres de sus propietarios, algunas son pequeñas y sin terminar, otras modestas y sin pretensiones.
Algunas de las tumbas fueron abiertas en la antigüedad, y se han utilizado indistintamente como sepulturas durante la dinastía Ptolemaica, almacenes, viviendas e iglesias coptas.
Sus restos nunca han sido identificados; la tumba contenía una gran cantidad de material sobre la familia real y el culto a Atón, entre el mismo una copia del Himno a Atón.
En las jambas de la puerta están inscritas oraciones funerarias dirigidas a Ajenatón y Atón.
[7] Estos títulos muestran a otro noble poderoso, cuyos restos no han sido encontrados.
En esta casa había un gran santuario con representaciones de Ajenatón, Nefertiti, y la princesa Meritatón haciendo ofrendas a Atón.
[11] A poca distancia al oeste y al norte del cementerio norte se encuentran los restos de tres grandes altares solares construidos con adobe en forma de plataformas con rampas.
Es el mayor de los dos, y contiene diecinueve tumbas numeradas del 7 al 25.
Se han encontrado en el lugar restos de cerámica, la mayoría datados entre las dinastías XXV y XXX.
[12] Junto a este cementerio se ha encontrado recientemente el de los trabajadores y artesanos.
[13] Este cementerio popular está siendo estudiado por Barry Kemp y Pamela Rose.
[16] En la tumba TA7 se muestra al faraón recompensando a Parennefer con collares de oro.
No tiene decoración y por lo tanto ningún indicio de quién era el propietario.
Sin embargo contiene una atractiva y delicadamente tallada cámara con columnas casi completamente terminada.
Tiene dos pórticos sin terminar a ambos lados de la puerta, y su decoración es la mínima posible.
La tumba nunca fue terminada, y más tarde Ay fue enterrado en la zona occidental del Valle de los Reyes, en Tebas.