La palabra deriva del griego, donde "nekros" significa cuerpo muerto, y "phagos", comer.
[1] Los animales que se alimentan parcial o completamente de otros animales muertos se llaman necrófagos o carroñeros.
Los ejemplos más conocidos son las hienas, los buitres, los tigres, los leones, los cocodrilos, etc., aunque también los humanos pueden entrar en la categoría con el consumo de carne, así como numerosos insectos como algunas especies de avispas, moscas y escarabajos.
Respecto a la carroña en la misma especie, se refiere a ella como antropofagia ("antropos": humano; "phagos": comer) en el caso de los humanos, o canibalismo en el caso de los animales.
Según una fuente persa, y en el siglo XIX, los británicos los consideraban necrófagos.