Necesidad militar
Necesidad militar, junto con distinción y proporcionalidad, son tres importantes principios del derecho internacional humanitario que gobiernan el uso legal de la fuerza en un conflicto armado.Necesidad militar es gobernada por varias restricciones: Un ataque o acción debe tener el propósito de propender en la derrota militar del enemigo, debe ser un ataque sobre un objetivo militar,[1] y el daño causado a los civiles o a la propiedad civil debe ser proporcional y no excesiva en relación a la ventaja militar concreta y directa anticipada.Artículo 8(2)(b)(iv) criminaliza: El lanzamiento intencional de un ataque, con el conocimiento de que tal ataque causará pérdida de vida y heridas colaterales a civiles o daño a objetos civiles o daño amplio, de largo plazo y severo al ambiente natural que sería claramente excesivo en relación a la ventaja militar concreta y directa anticipada; Artículo 8(2)(b)(iv) se basa en los principios del Artículo 51(5)(b) del Protocolo I Adicional de 1977 a los Convenios de Ginebra de 1949, pero restringe la prohibición criminal a casos que son "claramente" excesivos.La aplicación del Artículo 8(2)(b)(iv) requiere, inter alia, una evaluación de: (a) el daño o herida civil anticipado; (b) la ventaja militar anticipada; (c) y si (a) era "claramente excesivo" en relación a (b).El juicio de un comandante en terreno en la batalla sobre la necesidad militar y la proporcionalidad está raramente sujeta a un desafío legal nacional o internacional a menos que los métodos de guerra usados por el comandante fueran ilegales, como era por ejemplo con el caso de Radislav Krstic quien fue encontrado culpable como un auxiliador y cómplice de genocidio por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia por la Masacre de Srebrenica.La necesidad militar también se aplica a las armas,[3] particularmente cuando una nueva arma es desarrollada y desplegada.