El término fue utilizado por primera vez por Henry Murray[1] asociado con una variedad de acciones.
Estas incluyen: "esfuerzos intensos, prolongados y repetidos para lograr algo difícil.
[2] Según McClelland esta necesidad es la que incita al individuo a luchar y emprender, influyendo en el crecimiento económico de este mismo.
Las personas con alta N-Ach se caracterizan por una tendencia a buscar desafíos y un alto grado de independencia.
Una persona se hará cargo de pequeñas tareas fáciles que sabe que puede lograr y se les felicitará por ello, o aceptará tareas extremadamente desafiantes porque saben que no corren el riesgo de avergonzarse por el fracaso debido a la gran exigencia de la tarea emprendida.
También son los empleados que desean ser constantemente desafiados a aprender cosas nuevas.
El vehículo que McClelland empleó para establecer la presencia de un motivo de logro fue el tipo de fantasía que una persona expresó en la Prueba de Apercepción Temática (TAT), desarrollada por Christiana Morgan y Henry Murray, quienes señalan en Exploraciones de Personalidad que "... cuando una persona interpreta una situación social ambigua, es probable que exponga su propia personalidad tanto como el fenómeno al que asiste... Cada imagen debe sugerir una situación crítica y ser efectiva para evocar una fantasía relacionada con ella"(p531).
El TAT se ha utilizado ampliamente para apoyar la evaluación de necesidades y motivos.
[7] En 1961 McClelland publicó The Achieving Society, que articuló su modelo de motivación humana.
McClelland creía que la importancia relativa de cada necesidad varía entre individuos y culturas.
Iconoclastas en su tiempo, las ideas de McClelland se han convertido en una práctica estándar en muchas corporaciones.
Invariablemente, los empresarios, gerentes y emprendedores son los que obtienen mejores calificaciones.
En los niveles superiores, en los que la promoción depende de la capacidad demostrada para administrar a otros, un alto logro no está asociado con el éxito; por el contrario, el patrón de motivación del liderazgo está muy asociado, con toda probabilidad porque implica un alto poder, surgiendo como una preocupación para influir en las personas.
En consecuencia, los sistemas de puntuación N-Ach, N-Aff y N-Pow simplemente cuentan cuántos componentes de competencia ejercen las personas mientras realizan actividades para las que tienen una fuerte inclinación personal (o motivación).
Por lo tanto, las medidas de McClelland, presentadas originalmente como medios para evaluar la "personalidad", se entienden mejor como medios para medir la competencia con métodos que rompen radicalmente con los enfoques psicométricos tradicionales.